viernes, 29 de enero de 2010

"Lo que hacen los mejores profesores universitarios"



Ken Bain

"Lo que hacen los mejores profesores universitarios"

Fuente: Internet

PUV, ISBN: 978-84-370-6667-7, 2ª edición, 2007

Ken Bain es director del Center for Teaching Excellence de la Universidad de Nueva York. Durante años se dedicó a buscar y estudiar a los mejores profesores de los Estados Unidos, y en esta obra presenta una síntesis del modus operandi de estos grandes profesores que consiguieron que sus alumnos además de aprender, fueran una guía, modelo o una simple influencia positiva y un buen recuerdo para el resto de sus vidas. No considera un buen profesor aquel que prepara bien a sus alumnos para el examen, sino aquel que consigue que sus alumnos valoren el aprender, obtengan un pensamiento crítico, se enfrenten con creatividad y curiosidad a la resolución de problemas, y también con compromiso ético, además de amplitud y profundidad en el conocimiento específico. Lo que Ken Bain expone en este libro es un montón de ideas para reflexionar concienzudamente, no una lista de técnicas que permiten ser aplicadas de forma inmediata para conseguir ser un buen profesor automáticamente. El profesor que desee mejorar su calidad docente debe no sólo leer el libro, sino releerlo en años sucesivos o, al menos, releer este resumen una y otra vez, que le recordará ideas para seguir mejorando. A grandes rasgos, estas son las conclusiones más importantes:

· Los grandes profesores "conocen su materia extremadamente bien", son "eruditos, artistas o científicos en activo", tengan o no muchas publicaciones, están al día y estudian con cuidado las novedades en sus disciplinas, además de leer muchas cosas de otros campos. Así, consiguen simplificar y clarificar conceptos complejos, llegando a la esencia del asunto con revelaciones motivadoras, y son capaces de pensar sobre su propia forma de razonar en la disciplina (metaconocimiento). No aspiran meramente a que sus estudiantes hagan bien los exámenes, sino a "producir una influencia duradera e importante en la manera en que la gente piensa, actúa y siente".

· Crean lo que llama "entorno para el aprendizaje crítico natural", donde los alumnos aprenden enfrentándose a problemas importantes, atractivos o intrigantes, con una sensación de control sobre su propia educación. Evitan objetivos arbitrarios, superfluos, y "favorecen los que ponen de manifiesto la forma de razonar y actuar".

· Muestran una gran confianza en sus estudiantes. Están seguros de que éstos quieren aprender y les facilitan la tarea contando los obstáculos principales con los que ellos se han encontrado para dominar la asignatura, o algunos de sus secretos.

· Tienen interés en su propia evaluación, comprobando sus propios resultados cuando evalúan a sus estudiantes, por lo que evitan sistemas arbitrarios para examinarlos.

"La buena docencia puede aprenderse". Es importante destacar que nadie es perfecto, i.e. los mejores profesores tienen días malos y pelean para conseguir llegar a sus estudiantes, no siempre siguen sus mejores métodos, pero tienen buena disposición a enfrentarse a sus propias debilidades y errores. También destaca el compromiso de estos docentes con la comunidad académica, viendo su labor dentro de la globalidad e intercambiando con sus colegas ideas sobre la mejor forma de educar. Estudiando en profundidad a los mejores profesores, estos son algunos de sus métodos:

· ¿QUÉ SABEN DEL APRENDIZAJE? "Los seres humanos son animales curiosos. La gente aprende de manera natural mientras intenta resolver problemas que le preocupan". Algunas personas consiguen excelentes calificaciones, pero no comprenden a fondo la materia y olvidan rápidamente lo aprendido. No se trata de dar conocimiento a los estudiantes, sino de facilitar que el conocimiento sea construido por ellos, teniendo en cuenta los paradigmas que traen consigo, que pueden ser erróneos. Cambiar los modelos mentales es lento, por lo que los profesores deben buscar situaciones en las que el modelo no funciona, obligando a los alumnos a esforzarse. Más que dar las respuestas correctas, hay que ayudar a los estudiantes a ver sus errores. No se trata de aprender los hechos antes de aplicarlos, sino de aprender a la vez que se aplican, ayudar a los estudiantes a construir su entendimiento, explicar cómo funcionan las cosas, simplificando y aclarando conceptos básicos, contando casos prácticos y ejemplos que enganchen a los estudiantes, dando razones para que los estudiantes quieran recordar cada información.

"Algunos científicos de la cognición piensan que las preguntas son tan importantes que no podemos aprender hasta que la adecuada ha sido formulada: (...) Cuantas más preguntas hacemos, de más maneras podemos indexar un pensamiento en la memoria", por lo que los profesores estudiados estimulan a los estudiantes para que formulen sus propias preguntas, suscitando su aprendizaje y su interés. Para motivar a los alumnos hay que descartar los motivadores extrínsecos (subir nota...), pues hacen que desaparezca el interés intrínseco que hubiera, en cuanto desaparece la recompensa extrínseca. Son más efectivos los refuerzos verbales en forma de ánimo o elogios, para estimular el interés (mejor elogiar la tarea bien hecha, que la inteligencia de la persona que la hizo). "Si los alumnos estudian sólo porque quieren sacar buenas notas o ser los mejores de la clase, no les irá tan bien como si estudiasen porque tienen interés". Los primeros son los «aprendices estratégicos», aprendiendo a que les vaya bien en la universidad, sin cambiar sus concepciones del mundo. Los segundos son «aprendices profundos», pretenden aprender para dominar esa materia. Por último, están los que «evitan líos», su primer objetivo es no equivocarse, son aprendices superficiales, y se conforman con sobrevivir, memorizando incluso aunque no entiendan nada. Los profesores estudiados no promueven la competición, sino que muestran la belleza, utilidad o intriga existente y dejaban a los estudiantes control sobre su educación, y les daban retroalimentación del trabajo hecho, exenta de valoración alguna. No clasificaban a sus estudiantes, sino que contaban con todos y fomentaban la cooperación. Las clases más apreciadas son aquellas con gran exigencia, pero también con muchas oportunidades para revisar y mejorar el trabajo antes de ser calificado, aprendiendo así de los errores cometidos. Desde el primer día de clase, se invita (no se ordena) a los estudiantes a efectuar ciertas tareas para conseguir ciertas expectativas, que responderán a ciertas preguntas que susciten interés. Las preguntas más generales hay que mantenerlas presentes a lo largo de todo el curso. Un profesor propuso la norma «AQNLI», «¿A Quién Narices Le Importa?», por la que invita a sus estudiantes a hacer esa pregunta en cualquier momento de cada explicación, obligando así al profesor a justificar la importancia de lo que está explicando. Otros profesores exigen traer a clase dos preguntas cada día. Ese interés se mantiene vivo si se consiguen conectar la preguntas básicas con los intereses y vidas de los alumnos, y ello se facilita contando anécdotas personales o no, y relatos sobre la historia de los hechos explicados, a modo de «diálogo socrático» (aprender de los errores, sin que estos tengan consecuencias en la evaluación final). Estos profesores abarcan a todos los tipos de alumnos posibles, dando diferentes niveles, y proporcionando preguntas variadas con, por ejemplo, los datos clave, definiciones principales, cómo se sabe cada cosa, qué se pensaba hace diez años, qué preguntas hay sin resolver... destacando "la ausencia de certeza en el conocimiento". Enseñan sus disciplinas resaltando más el desarrollo intelectual que los datos en sí mismos y, a menudo considerando aspectos emocionales, artísticos, éticos, ambientales, sociales, económicos...

· ¿CÓMO PREPARAN LAS CLASES? Los mejores profesores estudiados otorgan interés a cuatro preguntas: 1) ¿Qué deberían hacer intelectual, física o emocionalmente mis alumnos?, 2) ¿Cómo puedo ayudarlos?, 3) ¿Cómo podemos mis estudiantes y yo entender mejor el aprendizaje efectuado?, y 4) ¿Cómo puedo evaluar mis intentos de fomentar ese aprendizaje?. Estos profesores hablan de lo que quieren que sus estudiantes «hagan», más que lo que deberían «aprender». Tratan de ayudar a ver la belleza, disfrute o curiosidad que hay en la materia, y una parte importante de la planificación consiste en lo que deberían hacer el primer día, para ganarse la devoción de los estudiantes por los objetivos del curso. Entre todas las preguntas que se seleccionan en esta obra, destacamos sólo unas pocas: ¿Dónde estarán las dificultades principales? ¿Qué puedo aclarar para darles una buena base para construir su comprensión? ¿Qué puedo hacer en el aula para ayudarles a aprender fuera de ella? ¿Qué preguntas puedo exponer para llamar la atención de asuntos importantes? Los profesores más eficientes, muestran los debates existentes en el seno de cada disciplina, mostrando las conclusiones en vigor aludiendo a creencias anteriores y a pasajes históricos. Hay que interesarse por lo que a los alumnos les interese, para orientar hacia allí la docencia, o incluso pedir que los alumnos valoren los distintos temas del curso, pero tal vez eso requiere estar dispuestos a cambiar (exámenes, tareas...). ¿Cómo ayudaré a los estudiantes a aprender a aprender, a examinar su propio aprendizaje y a leer de forma más efectiva textos de esta materia?. Todo profesor tiene dos tareas: Ayudar a los estudiantes a aprender, y evaluarlos (decir a la sociedad cuánto aprendizaje se ha conseguido). La primera tarea es más importante y, para ello, hay que proporcionar a los estudiantes realimentación de sus errores antes de la evaluación. Si no se puede hablar con cada alumno individualmente, al menos sí en grupos, para conocer sus problemas, su aprendizaje y corregir sus errores. ¿Cómo conseguir que mis alumnos piensen y no se aburran durante la clase? ¿Cómo pueden aprender a juzgar la calidad de su propio trabajo? ¿Cómo crearé un entorno para probar, fallar, realimentarse y volver a probar? También pueden fomentarse visitas a lugares interesantes, charlas o colaboraciones de expertos externos... La enseñanza es concebida como "fomento del aprendizaje".

· ¿QUÉ ESPERAN DE SUS ESTUDIANTES? Diversos estudios psicológicos han mostrado que los estereotipos sociales negativos influyen en el rendimiento académico. Empeora el rendimiento la ansiedad que genera la conciencia de los estudiantes de pertenecer a un grupo marginal o en desventaja (afroamericanos, extranjeros, ser mujer...). En esos casos, es el éxito el que causa la preocupación más que el fracaso. Más aún, se ha demostrado que a personas con imagen social positiva, sin estereotipos (hombres blancos, por ejemplo en EE.UU.), puede creárseles un estereotipo que conlleve empeorar su calificación en un examen (por ejemplo, diciéndole que los estudiantes asiáticos hacen mejor ese examen). Lo que guía a los mejores profesores es una red compleja de creencias, que pasan por apreciar el valor individual de cada estudiante, buscando las capacidades de cualquier alumno, y tienen "una enorme fe en la capacidad de los estudiantes para conseguir lo que les proponían". De alguna forma, dejan claro que no juzgarán por estereotipos negativos, sino mediante altas exigencias, pero que serán fácil de alcanzar. Estos grandes profesores no rebajan las exigencias para mejorar en las encuestas, sino que invitan a los estudiantes a perseguir objetivos ambiciosos y les prometen ayuda para conseguirlos, pero les dejan el control de su propia educación. El profesor consigue entusiasmar a los alumnos aclarándoles las promesas, u oportunidades que ofrece su curso, y explicándoles qué pueden hacer para conseguir esas promesas, habilidades o conocimientos. Muchos de estos profesores se tomaban muchas molestias en explorar el aprendizaje de sus estudiantes, analizar su trabajo e incluso diseñar tareas individuales. En los grupos numerosos buscaban los tipos de estudiantes de sus aulas. Más que proponer clases de repaso, hablaban de grupos de trabajo de excelencia, que mejoraba la percepción de los alumnos y aumentaba la confianza en sí mismos. Ponen énfasis tanto en el desarrollo intelectual como en el personal (respecto al primero, se resaltan las diez habilidades de razonamiento que identificó el físico Arnold Arons para el pensamiento crítico).

"La clave para comprender la mejor docencia no puede encontrarse en reglas o prácticas concretas, sino en las actitudes de los profesores, en su fe en la capacidad de logro de sus estudiantes, en su predisposición a tomar en serio a sus estudiantes y dejarlos que asuman el control sobre su propia educación, y en su compromiso en conseguir que todos los criterios y prácticas surjan de objetivos de aprendizaje básicos y del respeto y el acuerdo mutuo entre estudiantes y profesores".

· ¿CÓMO DIRIGEN LA CLASE? El profesor Bain encontró estos principios bastante comunes entre los grandes maestros:

  1. «Crear un entorno para el aprendizaje crítico natural»: Aprender a pensar críticamente, a examinar la calidad de los razonamientos. «Natural», porque los estudiantes encuentran las destrezas y actitudes que intentan aprender inmersas en preguntas que les interesan. Este ambiente se puede crear en clases magistrales, pero también con discusiones, trabajos de campo u otras diversas técnicas (el método importa mucho menos que el desafío que supone a los estudiantes). Los buenos instructores hacen preguntas a sus alumnos, para invitar a la reflexión y sumergir a los alumnos en los intereses de la disciplina, muchas veces usando problemas interdisciplinarios o intereses generales. Siempre hay preguntas por resolver, por lo que una buena pregunta es «¿Cuál es la próxima pregunta?». Algunos instructores responden con preguntas como «¿Qué piensas tú?» o «¿Qué quieres decir con eso?», otros terminan cada clase con dos preguntas: «¿Qué conclusiones has sacado?» y «¿Qué preguntas se han quedado en tu mente?» (puede pedirse que se contesten por internet o en la siguiente clase). Una buena técnica para empezar una clase es comenzar con una pregunta (a veces inmersa en un relato), luego mostrar la importancia de la pregunta y sus implicaciones, estimular a los estudiantes a pensar críticamente la respuesta y dar argumentaciones sobre cómo responderla (completa o no) y terminar con nuevas preguntas. Unos profesores piden argumentos contra las conclusiones que muestran, otros que se piensen en los supuestos que se están manteniendo al extraer ciertas conclusiones, y otros, que se discutan las implicaciones de las conclusiones halladas. Este aprendizaje se basa en que las personas aprenden más efectivamente cuando:

1) Intentan resolver problemas que ven atractivos o importantes.
2) Lo intentan en un entorno que los desafía, pero los apoya y en el que sienten el control sobre su educación.
3) Pueden trabajar con otros estudiantes para superar los problemas.
4) Creen que su trabajo será considerado justa y honestamente
5) Pueden probar, fallar, y ser corregidos, antes de cualquier evaluación.

  1. «Conseguir su atención y no perderla» y usar «experiencias de aprendizaje diversas»: El profesor Michael Sandel decía que enseñar es «atraer la atención y mantenerla». Para esto es útil empezar con preguntas curiosas, que nunca se hayan planteado así los estudiantes, o utilizando casos reales. Comenzar por los estudiantes, con algo que les importe, lo conozcan o crean conocerlo. Resulta útil usar métodos diversos (visual, auditivo, charlas, debates...).
  2. «Buscar compromisos» y ayudarles «a aprender fuera de clase»: Una profesora les decía a sus alumnos que la decisión de matricularse es de ellos, pero una vez que han decidido cursar la materia, tienen «responsabilidades con todos los demás miembros de esta comunidad de aprendizaje». También es positivo mirar a los estudiantes, y generar discusiones que despierten su razonamiento crítico.
  3. «Razonamiento disciplinar»: Ayudar a los estudiantes a pensar como los eruditos. Más que resolver mil problemas, ofrecen explicaciones, analogías y preguntas que ayuden a comprender conceptos para resolver sus propios problemas. Algunos profesores sostienen que antes de razonar hay que aprender cierta información, pero los mejores profesores "asumen que el aprendizaje de los hechos ocurre sólo cuando los estudiantes están a la vez dedicados a razonar sobre esos hechos".

Es también importante para un buen comunicador tener una buena oratoria, y muchos de los profesores habían practicado pronunciación, el timbre de sus voces y hasta a mirar a los estudiantes, incluyendo los de la última fila. Ayudan preguntas retóricas, «¿Entendéis?», o del tipo «¿Veis desde allí?». Los mejores se aprenden los nombres de los alumnos, se salen de detrás del podio... y algunos se detienen durante unos segundos, mirando a sus alumnos, manteniendo el suspense, modifican el ritmo y salpican con algo de humor, usan un lenguaje cálido, comprometido, contando bien cada hecho, para invitar y estimular, pero también un lenguaje frío para recordar o resumir. Es importante escuchar a los alumnos, por ejemplo en debates que estimulen su participación e interés, trabajar en grupos, o directamente pedirles su participación, con estilo relajado, con sentido del humor, para evitar el miedo a equivocarse. Resulta útil pedirles a los alumnos que califiquen trabajos ya hechos, o bien que averigüen cual es el mejor trabajo de dos o más.

· ¿CÓMO TRATAN A SUS ESTUDIANTES? Bain encontró que la personalidad del profesor desempeña un papel insignificante o nulo en el éxito docente. Encontraron excelentes profesores tímidos y descarados, comedidos e histriónicos, aunque la mayoría trataba a los estudiantes tranquilamente. Tampoco encontraron patrón común en la forma de vestir. Sin embargo, todos creían firmemente que los estudiantes deseaban aprender y podían hacerlo, por lo que si el aprendizaje fallaba no les echaban la culpa a los estudiantes. Uno decía: «Quiero hacer mi clase fácil de seguir (...) si no aprenden, fracaso como profesor». Ponen confianza en sus alumnos y por eso no se preocupan demasiado por si éstos intentan engañarlos. Algunos profesores están limitados al elegir instrumentos pedagógicos por la preocupación de que el estudiante haga trampas, pero los profesores más efectivos usan lo que creen que beneficia más al aprendizaje. Quieren que sus estudiantes aprendan y no que hagan buenos exámenes. Comparten con sus estudiantes sus secretos personales o técnicas para aprender o recordar algo, y muestran las dificultades que ellos tuvieron al principio, lo cual les hace "humanos" ante sus alumnos y éstos ven en esa franqueza una atmósfera en la que pueden preguntar sin ser reprochados, además de aumentar la confianza en su propio aprendizaje. Resulta útil recordarles a los alumnos que algunos de sus compañeros apreciarán las preguntas que hagan. Los peores profesores se comportan mostrando superioridad sobre los estudiantes, y parecen querer esconder las técnicas o trucos que le hacen, en su opinión, ser superiores, por lo que no tienen interés en explicar con claridad. Los mejores profesores tratan a sus estudiantes con justicia, compasión, preocupación, como podían tratar a cualquier colega, incluso mostraban buena disposición para quedar con sus estudiantes fuera del aula, a participar en grupos de discusión en persona o por internet, y algunos involucraban en ello a buenos estudiantes del curso anterior. Algunos buenos profesores consiguen difuminar las diferencias entre vida privada y profesional, hablando de su vida, y escuchando a sus estudiantes. Ante errores, algunos contestan planteando una pregunta, en vez de decirles que están equivocados.

· ¿CÓMO EVALÚAN A SUS ESTUDIANTES Y A SÍ MISMOS? Algunos profesores que pretenden formar muy bien a sus alumnos ponen el examen final con el objetivo de desconcertar a la mayor parte de los estudiantes. Eso suele decir poco sobre los logros de los estudiantes, del profesor y, peor aún, fomenta el aprendizaje estratégico en lugar del profundo, que los estudiantes se centren únicamente en averiguar la clase de preguntas que les puede plantear el examen. Los exámenes y calificaciones son una forma de ayudar a los estudiantes a comprender su progreso, y también ayudan a evaluar la docencia. El aprendizaje requiere cambios intelectuales y personales, y hay que evaluar el aprendizaje, no el rendimiento. Por ejemplo, bajar la nota por entregar tarde un trabajo no mide el aprendizaje, sino el rendimiento. Algunos de los mejores profesores, animan a sus estudiantes a ser puntuales para poder beneficiarse de sus comentarios antes de la siguiente tarea, además de hacerles ver que ellos tienen el control para organizarse bien. Los mejores profesores no dan puntos por cumplir ciertas reglas (participar en clase, ir a tutorías...), sino que animaban a seguir esas reglas por el beneficio intrínseco (practicar, corregir errores...). Los grandes profesores intentan averiguar todo lo posible de sus estudiantes, no para enjuiciarlos, sino para poder ayudarlos mejor a aprender. Algunos pasan encuestas preliminares, otros dan una lista de las principales preguntas que el curso les ayudará a responder y luego piden que midan su interés en ellas, algunos se van a comer con sus estudiantes, pero en general "el proceso de ir conociendo a los estudiantes continuaba todo el curso". Para medir el aprendizaje, algunos piden a sus estudiantes que escriban al final de la clase las conclusiones más importantes que han sacado. Respecto al examen, reconocen que el aprendizaje es permanente y "muchos profesores extraordinarios hacen exámenes de conjunto, globales, de forma que cada prueba reemplaza a la anterior", y el examen final incluye toda la asignatura, de forma que los alumnos perciben que tienen varias oportunidades para aprender, estimulando también a aquellos que suspenden los primeros exámenes parciales. No usan las calificaciones para motivar a los estudiantes pues quieren saber hasta qué punto comprenden sus alumnos. Algunos, dicen el primer día de clase las principales preguntas del examen final. "El objetivo es conseguir congruencia entre los objetivos intelectuales del curso y los que pone a prueba el examen". En general, los mejores profesores tienen humildad para reconocer la enorme dificultad para evaluar el aprendizaje y reconocen que pueden equivocarse. Algunos, incluso pedían a sus estudiantes que se calificaran a sí mismos.

Evaluación de la docencia: A menudo, los profesores convencionales niegan que pueda hacerse esa evaluación, o bien se centran en evaluar buenas prácticas docentes, más que lo que los estudiantes aprenden. Para esto hay cuatro preguntas: 1) ¿Vale la pena aprender la materia para este currículo?, 2) ¿Aprenden mis estudiantes lo que se pretende?, 3) ¿Ayudo y animo a aprender?, y 4) ¿He hecho algo mal? (fomentando el aprendizaje estratégico, desanimando o desatendiendo a parte del alumnado...). Según Bain, las encuestas a los estudiantes ayudan en la evaluación docente (pero hay que tener en cuenta factores como el interés previo del alumnado, si la asignatura es obligatoria u optativa, la media y la forma de distribuirse los valores...). A veces los estudiantes tienen la idea de que lo importante es memorizar y se frustran cuando el profesor les pide que razonen. Un profesor en ese caso observaba que si sus alumnos lo valoraban mal era culpa suya porque no había conseguido influir en los conceptos iniciales de lo que es aprender tal asignatura. O sea, esas valoraciones apuntan a una debilidad real del profesor: que no se ha conseguido llegar a los estudiantes o ayudarlos a comprender la naturaleza del aprendizaje que se espera de ellos. No obstante, los mejores profesores también obtenían valoraciones negativas por parte de algunos estudiantes. No interesan tanto los métodos, como si él o ella ayuda y anima a los estudiantes a aprender: ¿Qué has probado para ayudar y fomentar el aprendizaje?, ¿Estimulaste el interés por la asignatura?... Por tanto, para la evaluación docente hay que usar la evaluación objetiva de los estudiantes: "la única forma de determinar niveles de aprendizaje es mirar con detalle los resultados reales de los estudiantes (escritos que entregan, las preguntas que son capaces de responder, los problemas que pueden resolver o el rendimiento que pueden dar)", mientras que la calificación media de la clase no proporciona esa información.

Donald L. Finkel escribió un libro titulado «Dar clase con la boca cerrada» («Teaching with your mouth shut», 2000), "reconociendo que la docencia no es sólo dar clases magistrales, sino cualquier cosa que podamos hacer para ayudar y animar a los estudiantes a aprender ¾sin causarles ningún daño de importancia¾" (sin cometer errores como los comentados anteriormente). Los mejores profesores saben que enseñar no es meramente transmitir conocimiento, sino que conciben "la enseñanza como creación de buenos entornos para el aprendizaje". Estos profesores no eran tan buenos en sus comienzos. Aprendieron, porque se esforzaron en mejorar valorando si sus esfuerzos ayudaban o perjudicaban el aprendizaje de sus alumnos. Para terminar, Bain afirma que todos los estamentos docentes saben que deben preocuparse por la docencia y dicen que lo hacen, pero sin embargo se valora y se financia más la parte investigadora de la universidad.

Algunas referencias interesantes, pueden ser:

30 comentarios:

anitamy dijo...

Me parece que es una buena publicación ya que nosotros como estudiantes aprendemos cada día mas.

teddy alava dijo...

muy buen tema los profesores deben de buscar la excelencia para aprender mas de ellos

Marìa Gabriela Zamora Vinueza dijo...

yo como su estudiante estoy muy de acuerdo hay que dejar atras el mediocrismo que sufre la educaciòn hoy en y explotar todas las cualidades que posee un estudiante,mediante una educaciòn de calidad.

Katherine Medranda dijo...

La educación es una realidad histórica. El paradigma educativo de un modelo conductista pasado aún alcanza los tiempos modernos, es necesario romper esos esquemas tradicionales y educar con más humanismo y valores. El gran desafío del maestro actual es combatir la mediocridad y mostrar los caminos hacia la excelencia a través de su ejemplo.

geoconda dijo...

Los maestro deben estimular a sus estudiantes para que puedan comprender su clase lo habitual para las personas jóvenes y maestros, debería ser la lectura ya que esta hace que formen nuevos conocimientos y puedan desarrollar sus destrezas desenvolviéndose de una forma excelente.
Todo profesor debe saber compartir sus conocimientos con sus alumnos y la vez brindarle confianza y motivarlos sobre todo en la práctica que los ayuda en un futuro.

Karina Loor dijo...

Los maestros en la actualidad deben ser guia del estudiantes, es de vital importancia considerar que en la sociedad que vivimos lo unico seguro en todo es el cambio, cambio que se vuelto indispensable ya que al momento de que un maestro imparta su clase ya no el estudiante no se queda con solo lo que dice el profesosr sino que se interesa en investigar otras fuentes que ayudaran a solucionar sus dudas por ello el verdadero maestro es aquel que se interesa por hacer que su clase sea amena que se interesa por lo que sus estudiantes piensan, y los orientan a buscar conceptos claros donde sus dudas puedad ser resueltas con la mayor claridad.

Mayra Murillo C. dijo...

Me parece muy bien acertada la actitud que debe poseer el catedrático. La educación moderna actual es la de impartir conocimientos a base de nuevos paradigmas, cabe recalcar que el aprendizaje es mutuo, es decir que no solamente el educando es el que aprende del profesor sino viceversa, entonces existe un reto bueno que es el de superar al profesor claro está siguiendo esa línea de querer salir adelante por nuestros propios esfuerzos y por ende responsables con nuestra propia educación.

vanessa lopez dijo...

Es muy interesante este articulo y me gusto mucho de que cada profesor debería evaluar a el alumno sus conocimiento porque a mas de esto nos ayuda a desenvolvernos nuestras habilidades y destrezas, donde cada maestro a mas de esto debería ser amigo de los estudiantes y que ellos puedan darles confianza..

Gabriela Quiroz dijo...

Muy buen comentario, pero es preciso también que el maestro permita que el estudiante desarrolle su capacidad de comprensión, inculcando las técnicas de investigación, ser guía de los aprendices para que se desenvuelva mejor en las clases.Debe mantenerse las críticas constructivas por parte el educador.Debe haber interés mutuo para llegar a una buena excelencia profesional.

Gisella Castro Pincay dijo...

son pocos los profesores o docentes que hoy en dia no dejan de aprender. Tambien alimentarse y retroalimentarse de mas conocimientos profundos para sus estudiantes; debe haber calidad no cantidad dentro de la enseñanza hacer que exista un grado de interes rendimiento de la misma.

/\/\aria Jose dijo...

En la actualidad en muy pocas ocasiones se tiene la suerte de encontrarse con este tipo de profesores que nos describen dentro de este articulo pero en mi caso he tenido la gracia de poder conocer y ser alumna de docentes que en realidad tienen el derecho de llamarse educadores, en la antigüedad se decía que los que aprenden son los alumnos pero para mi concepto día a día todos aprendemos algo, incluidos los profesores bien lo pueden aprender de sus alumnos como también de la vida.
Muy buen articulo licenciado, hay que considerar la importancia y predisposición que debemos tener todos los alumnos para estudiar y le agradezco de antemano… hoy he aprendido algo nuevo.

Kerlycious dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Kerlycious dijo...

La realidad de los educadores en la actualidad no es muy semejante a lo que se busca o se necesita hoy en dia, muchos docentes solo preparan su clase y mantienen una estricta relacion estudiante maestro, cuando en realidad para q el estudiante tenga una mayor comprension de la materia este deberia ser un poco mas flexible manteniendo siempre el respeto necesario ya que dia dia no solo es el alumno quien aprende del maestro, tambien el alumno tiene mucho que enseñar y el maestro mucho q aprender.
Veridico y excelente articulo Lic. Patricio hoy en dia hay que concientizar a todos los educadores y darnos cuenta lo que seriamos nosotros los alumnos sin uds ya que ahora todo depende del estudio.

wendy tubay chavez dijo...

Buen contenido, si nos ponemos a ver la realidad del maestro hacia el estudiante o viceversa encontramos momentos buenos y malos, del cual como persona aprendemos a experimentar. Lo que en la actualidad sucede esque el docente no llena las expectativas del alumno, deben dejar desarrollar su capacidad estudiantil al maximo.

Marlene Villamar dijo...

El articulo de Ken Bain nos da a conocer los grandes maestros que le inculca a los estudiantes, a tener un desarrollo positivo y experimentarlo al mundo social.

Yayita Alcivar dijo...

Nos dice que el maestro tambien aprende de los alumnos y que siempre deben mantener el respeto para que asi se sientan motivados y con confianza.

Tania Loor dijo...

Me parece ue este documento deberia tener cada uno de los maestros que se hacen llamar profesores, y en realidad le queda muy grande el titulo, deberian de leer este articulo y ponerlo en practica.
Me parecio muy interesante.

Johana Macias dijo...

pienso que esta muy bien que los maestros conoscan como deben de ser con los estudiante y el saber que usted como profesor se ha dedicado a publicar este articulo para que los demas sepan el valor de ser un buen docente

Karlyta dijo...

En l actualidad no muchos "profesores" por asi decirles no ponen en practica su educacion o profesion para lo se han preparado se han dejado llevar por el facilismo, o simplemente la pereza, el conformismo... me parece que este archivo nos muestra lo que deberian ser los docentes, ya que ellos como tales tienen el deber de ser personaas intachables.

Maria Lucia Obando dijo...

El articulo me parece interesante, ya que los educadores deben de buscar la excelencia, compartiendo todos sus conocimientos con sus alumnos y aprendiendo de ellos.

Patricio Carrión dijo...

Buen Artículo

Gingermariel dijo...

El hombre se encuentra en la plena capacidad para adaptar al cerebro de acuerdo a sus necesidades. La educación y el aprendizaje con excelencia son dos herramientas Para que el hombre se desenvuelva en un entorno social, de acuerdo a sus necesidades.
La educación no solo se recibe o parte del hogar, una buena educación es aquella que permite al ser humano crecer intelectual y profesionalmente, es por ello que quien juega el papel importante en este punto es aquellos que tienen esa capacidad para enseñar, me estoy refiriendo precisamente a los maestros, profesores que dedican su vida a educar y formar, siempre y cuando lo hagan con la responsabilidad que requiere aquello.
En este artículo publicado se plantea una gran verdad, cada maestro tiene la extrema obligación de conocer perfectamente su materia.
Es verdad que en la actualidad existen métodos educativos para una buena enseñanza, lo critico hace que el estudiante se interese por aprender y captar en el menos tiempo posible, también es cierto que nadie nace aprendiendo, los profesores deben estar en constante capacitación para ir mejorando su forma de enseñar, ya que todo avanza rápidamente. Hay ponerle confianza en lo que desea expresar a los alumnos.
Ante la pregunta. De ¿que esperan los maestros de sus estudiantes? La respuesta seria muchas, Un buena actitud por aprender, y sobre todo una responsabilidad, habilidad y éxito en cada una de sus clases.
Para un buen desarrollo, influye también el ambiente en el que se imparte la materia, aunque parece mentira el espacio físico y los colores son una buena estrategia para que los estudiantes se sientan en confianza y relajados. No todo tiene que ser rígido, es esencial darle una chispa de risa en su momento.
El respeto en ambos, maestro y alumno es fundamental, si algo esta fallando en clases hay que lograr un dialogo entre los involucrados para llegar a un acuerdo, es decir poner las cartas sobre la mesa.
Seria importante que autoridades competentes evalúen a los maestros para detectar el nivel de enseñanza con el que cuentan, si están aptos para ser maestros y más que todo si es en un nivel superior.
En lo que se refiere a la universidad, en nuestro país se ha escuchado un sinnúmero de problemas en cuanto a la educación se trata, por ejemplo, unos que la ULEAM en varios aspecto no esta optima para enseñar con excelencia, otros que la calidad de docentes es pésima, en realidad bajo mi punto de vista personal no es del todo mala la educación, aunque no puedo dejar de mencionar que si es verdad, no todos los maestros están en capacidad de enseñar, pero no porque no pueden, mas bien pienso que es un poco de descuido o poco interés por ir avanzando con métodos para enseñar, olvidando que es un compromiso que tienen con los ciudadanos de prepararlos.
No todo lo que tiene la universidad es malo, no hay que dejar de reconocer que buenos profesionales hoy son dueños de sus propios negocios, empresas reconocidas a nivel nacional e internacional, e incluso personas que hoy son parte de esa gente que ayuda a que la ciudad avance socialmente.
Todo esta en el interés y empeño que pongan, autoridades, profesores y alumnos para progresar, para lograr que la educación sea de calidad, y que el logro que se obtenga sea en conjunto para estar preparados para competir a nivel mundial con las mejores universidades.

Felicidades, Buen articulo profesor

Cristina dijo...

Durante los años de mis estudios universitarios, he tenido como maestros, diferentes tipos de docentes, unos más sabios y rectos y otros más deficientes, sin amor por la docencia, pero, también de ellos se adquiere un poco de aprendizaje.
Si bien es cierto, los primeros son los que más destacan, pues de estos se logra obtener mayores conocimientos, gracias a la disciplina y al ímpetu de formación que tienen dentro y fuera de las aulas académicas.
Los mejores profesores universitarios, se autoeducan día a día, saben cómo y de qué manera llegar al estudiantado, emiten criterios de calidad y no se toman el tiempo para hablar de su vida privada, nadie necesita saber si el maestro viajó de vacaciones al extranjero, si se tomó fotos con el pato Donald o estuvo en Disney, fuera interesante saber si obtuvo algún conocimiento de provecho en ese viaje y quiere compartirlo como una anécdota.
Es verdad que nadie es perfecto, que todos tenemos y cometemos errores, pero aquel que se prepara para enseñar a estudiantes universitarios, debe tener la capacidad de asumir este rol con mucha responsabilidad, pues de ellos también depende el aprendizaje que uno adquiere en los años de la formación profesional.
La sociedad va evolucionando día tras día y esto conlleva a la evolución también de los conocimientos impartidos, todo avanza y se requiere que los alumnos obtengan conocimientos actuales, las evaluaciones no deben ser únicamente para los estudiantes sino también para los maestros, pues ellos deben actualizar sus materias, solo así lograrán que quienes se encuentran dentro de las aulas académicas muestren más interés por la clase.

Irvins dijo...

Muy interesante el desarrollo en el cual han pasado algunos profesores para llegar muy alto, lo mas admirable es la dedicación que tienen muchos profesores para estimular a sus estudiante,
Y logra que ellos este en un nivel aceptable de conocimientos.
Existen muchos métodos de enseñar, la decisión es del profesor, utilizar la mejor manera de llegar al estudiante
Buen articulo Profesor

Solidaridad Femenina Ecuador dijo...

Si todos los profesores de las universidades de nuestro país se dedicaran a estudiar y realmente preparar sus clases de seguro la educación superior sería de calidad y de por sí hubiera excelentes profesionales.

Valeria dijo...

Este es un artículo que nos propone reflexionar, sobre todo a los maestros y lo digo por la parte donde manifiesta que: No considera un buen profesor aquel que prepara bien a sus alumnos para el examen, sino aquel que consigue que sus alumnos valoren el aprender, obtengan un pensamiento crítico, se enfrenten con creatividad y curiosidad a la resolución de problemas, y también con compromiso ético, además de amplitud y profundidad en el conocimiento específico

Cinti Pinargote dijo...

En este artículo nos encontramos con la realidad de las cosas, ya que el mejor profesor no es el que prepara al alumno para posteriormente rendir un examen, sino aquel que lo prepara para toda la vida.

Pero la verdad es que la mayoría de los profesores solo hacen eso, explicar su asignatura y se limitan a desarrollar a un estudiante competente para el futuro, con muchos conocimientos sobre todo intelectual.

El buen maestro es el que se compromete con su cátedra, con los alumnos y más que todo con el aprendizaje, el que da lo mejor de si y el que hace que el estudiante se involucre y conozca el trasfondo de las cosas.

Ya es hora de romper estos paradigmas negativos y hacer conciencia de que si nos proponemos si se puede crear una educación superior de un alto nivel para salir a competir en la carrera de la vida.

Y creo que la mejor forma de empezar es esta, escribiendo artículos que nos motiven a ser mejores cada día, y Ud. Licenciado ya tomó la iniciativa a los demás les toca tomarla o dejarla!

Darcen dijo...

Sin duda alguna, la educación de tercer nivel tiene que dar un giro de 180 grados tanto en su pedagogía y en el pensum de estudio. No puedo ser posible que en la actualidad haya cátedras desactualizadas, perjudicando al estudiante en su carrera como profesional.

Se supone que la educación superior viene conformada de ciencias y tecnologías, por algo le llaman universidad de universo. Las clases ahora ya no pueden ser solo teóricas, deben ir complementadas con lo práctico, porque así se observa las falencias que tienen los alumnos.

Para finalizar el comentario los universitarios deberían exigir enseñanzas de calidad que estén acorde no con lo que uno quiere sino en base a la necesidad que nos exige la sociedad al momento de salir al campo laboral donde uno se va a desarrollar y ejecutar los conocimientos adquiridos en la universidad.

Garycrazy dijo...

Los maestros en la actualidad deben ser guia del estudiantes, es de vital importancia considerar que en la sociedad que vivimos muy buena que mejoren los maestro para que en el futuro nos enseñen mas

César Mera dijo...

El maestro para un alumno es simplemente un amigo más el cual te guía en tu camino hacia la excelencia, su rol se asemeja mucho al de los padres con la única diferencia que ellos dejan de lado el amor paternal para calificar por un verdadero trabajo. El maestro en la actualidad es simplemente una guía está en el alumno el seguir investigando y si es posible con el tiempo y las experiencias "Superar al Maestro"

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